13.11.11

Museo de la memoria Uruguay










1 comentario:

Anónimo dijo...

Impresionante.

Como se ve Mayita entre los vidrios que tienen los nombres de los que ahí están, y reflejan los árboles. Pues se ve como una promesa futura llena de conocimiento, intrepidez y decisión: basta verla como camina entre esos recuerdos para afirmar su voluntad futura.
Ella camina entre ellos, porque, cuanto ellos recuerdan comienzan, nuevamente comienzan a vivir y a luchar.
Bien por colocarla en este camino de los que han luchado por la libertad, no por solucionar sus problemas personales de índole psiquiátrico, sino por el común de la gente, por todos.
Entristece no haberla acompañado, pues algunos nos hemos salvado de chiripa y podemos contemplar a los compañeros que no lo pudieron hacer. Sino estaríamos también ahí reflejando "verdes que te quiero verdes".
Saludos a ellos en la eternidad. Que nos acompañen siempre, como una memoria genética.

El Yanka ADN, serpentino, desde Berlín.