Mi reloj hoy 26 marca 25, quizás por que mi reloj conectado con mi ser, decidió que el día de ayer debía permanecer, marcar algo y quedarse disfrutando el momento.
Como si se tratara de un mal de familias, habían muchos cumpleaños de por medio. Uno de los abuelitos de Maya cumplía años el 24, por lo que la familia decidió hacer un desayuno el día 25. La sorpresa fue que el desayuno transcurrió en sobresaltos y nervios, cuando Mau nos llamó y nos dijo que Javiera tenía contracciones.
Llegamos y ahí desfilaron los personajes de siempre ... los visibles y los invisibles Fabián, La Gaba, los de Chile, los de Alemania, ancestros, los del cielo y hasta los del infierno, hadas, diosas y dioses, todos aquellos que sentían amor o envidia por la vida que iba a ser revelada. Todos aquellos que nos sentimos conminados a agradecer a la vida que nos enseñara sus misteriosas formas de operar.
Marilú, La Gaba, Mau y yo con reloj en mano contábamos lo que se llamaban contracciones, pero ahora reconozco que no eran tales, sino pequeñas detonaciones de abundante vida que luchaba por salir, por inundar corazones, crear nuevas esperanzas y reafirmarnos lo maravilloso que es estar vivos.
Llegó Ansu la asistente de la partera, nos empezó a preparar con su calidez, para adentrarnos en el rito ancestral, creo que su sensibilidad humana, logró tratar de hacernos entender que íbamos a estar tan cerca de lo divino que teníamos que capturar lo que pudiéramos y sacar de nosotros mismos toda nuestra energía y amor para el momento del intercambio.
Fui a traer a Cristina y Jean Luque al aeropuerto, a quien la recibí con una buena y una mala: la mala Javi no viene, y la buena vas a ser tía, si la confabulación tierra, Maya y vida sale, hoy mismo.
A todo prisa llegamos a la casa y la sorpresa fue grande. A Javi la pasaron de la cama a la tina. Y como que sí había resultado el hechizo de Maya, quien en el vientre clamaba por su individualidad, por tomar físicamente el cuerpo de lo que ya desde hace meses había vivido en nuestras almas.
Escribía a Alicia en Chile lo que podía, los gritos, las emociones, los nervios y todo se mezclaba. Cuando salió la cabeza y la pude ver por la ventana del patio donde estábamos apostados, corrí a transmitir, talvez era una forma de reafirmarme de que lo que estaba viendo era cierto y no un truco de mi imaginación.
El momento del intercambio fue indescriptible: A las 8 46, con una abuela presente, otra en Chile, Cristina en el cuarto con la Gaba, las parteras y Mau, dejamos de ser humanos por unos minutos, todo se juntó, se revolvió, se armó y desarmó. La explosión fue tal que nos sacó de sí mismos por unos minutos, nos removió las entrañas y dejamos de existir y empezamos a coexistir por unos segundos, todo fue tanta armonía que las lagrimas no dejaban de brotar y de atropellarse con los sentimientos, las emociones, lo divino lo humano.
Pude ver el momento en que Maya, fue literalmente atrapada por Javi y después Mau la sostuvo, donde todos no podíamos que dar gracias por ser testigos de un milagro así.
Creo que nadie podía estar preparado para algo así ...
Mi reloj sigue en 25. Creo que quedó hechizado por el conjuro de vida que vimos crear delante y dentro de nosotros ...
Gracias Maya...
1 comentario:
Gus, hermoso......
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