14.1.15

Cosechando las vainicas

Gracias a Don Rafael campesino defensor de los ríos de Coto Brus , quien nos regalo la semilla y nosostros pusimos el trabajo para comer con huevo en un desayuno desde la huerta !



1 comentario:

Anónimo dijo...

La espera de Berlín.

Si llega con esa sonrisa mata a todos los berlineses.
A mí no porque es la mía, o sí, ella me perdonaría sonriendo todos los días, algo así como un calmante de retorno.
Las estamos esperando, sin bicicletas al hombro o sobre ella.
Por los aires de Europa. Hurra!

Los berlineses.