Sin mirar el pasado solo en los ojos sinceros de Javierita y ahora de Mayita, pienso cómo descubrí a Quito y fue el elegido para el exilio. Me reservo otros pensamientos. Ayer hablé con el poeta Euler Granda y me contó del llamado entre ambos. Volver a la fuente de los recuerdos es aleccionador, sin la frente marchita, con alegría sin nieves en la frente, y sentir que la vida es una bendición, lo único que nos da esta fuerza de la naturaleza que llevamos dentro con resignación. La infancia no se olvida jamás, de ella sacamos lo más positivo de nuestro futuro. UN GRAN SALUDO DE AÑO NUEVO PARA LA FAMILIA MORA, ARAVENA.
Y PARA LA MAYITA SAN JOSÉ, QUE LA VIO NACER, Y TODAS LAS SELVAS DEL MUNDO.
1 comentario:
¡Ah! ¡Qué recuerdos!
Sin mirar el pasado solo en los ojos sinceros de Javierita y ahora de Mayita, pienso cómo descubrí a Quito y fue el elegido para el exilio.
Me reservo otros pensamientos.
Ayer hablé con el poeta Euler Granda y me contó del llamado entre ambos.
Volver a la fuente de los recuerdos es aleccionador, sin la frente marchita, con alegría sin nieves en la frente, y sentir que la vida es una bendición, lo único que nos da esta fuerza de la naturaleza que llevamos dentro con resignación.
La infancia no se olvida jamás, de ella sacamos lo más positivo de nuestro futuro.
UN GRAN SALUDO DE AÑO NUEVO PARA LA FAMILIA MORA, ARAVENA.
Y PARA LA MAYITA SAN JOSÉ, QUE LA VIO NACER, Y TODAS LAS SELVAS DEL MUNDO.
Los berlineses.
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