2.6.11

Con Papá en la huerta










3 comentarios:

Anónimo dijo...

Observaciones desde Berlín.

La última foto.
¡Che qué parecidos son esas dos caras! ¿Viste?
Parecieran padre e hija.
Si lo son, pero yo me refiero a la cara del alma, la que está adentro de esa cáscara material de carne y hueso.
El amor es lo que se transparenta, no otra cosa.
Pienso, pese a todo, que también por las zanahorias que hacen rejuvenecer los párpados.
Creí reconocer ese sombrero en ese bávaro-tico.
Los dientes de cada uno son iguales, igual la sonrisa, igual el esfuerzo zanahorial.
¡Bravo! Sigan manando fotos.
El campo huele a tierra fresca, el verde del pasto es comestible a la distancia, saludable todo.
Agradecidos
Los berlineses.

Anónimo dijo...

La séptima foto. Por Berlín-vokón-mirón.

Ella, es un pedestal que está sosteniendo el cuerpo curvado del humano que apoya su cabeza sobre la cariátide, responsables sus fuerzas como las columnas griegas del partenón, en dirección, además ornamental, del sostén vertical, ella proporciona el soporte, diríamos de toda la cúpula celeste.
El resultado es la figura de la entrada de una casa abierta, no sólo a las miradas, sino a un intento de protegerse bajo ella.
A sus pies las zanahorias, dentro de la tierra, asomando sus cuerpos volátiles en ramas verdes y espumosas.
Se huele el frescor de la tierra y se identifica el de las zanahoriaas como si estuvieran convertidas en sabroso jugo. Además, el color, que se insinua que saldrá de la tierra, alivia prematuramente, tensiones caducas en los cuerpos roídos que necesitan hierro.
Ambos vestidos como profesionales de los huertos caseros, con colores en sus ropas que disparan la curiosidad.
Decidora foto, con sombreros y botas disponibles para la humedad protectora.
¡Bravo muchachos!
No dudo que detrás de la cámara –la foto con buen foco–, está la mano de una madre, pronta a graficar el acontecimiento de edificar una casa protectora con dos cuerpos dedicados a dar alimento a la humanidad.
Sigan con la misma perspectiva visual. Todos necesitamos protección, aunque sea visual, para los dolores y achaques del tiempo,
Mientras, nos enternecemos recordándolos.

El Hitita Yanka entre los berlineses.
(Son las 8 de la matina en busca de literatura)

Anónimo dijo...

Pero Mau........., nunca te habia visto en esas funciones...........
de verdad me emocionan compadre.
Pienso en mi padre que no me recuerdo, pero de verdad creo que no le habria gustado hacer trabajos de tierra, fijate.
pero como no lo se, lo disfruto viendote ahi con tu hija, compartiendo tareas campesinas.
estan lindas las fotos, viendo a Mayita tan metida en el asunto y reconociendo que esa labor es "pesadita", cuando la veo echada en el escaño, no necesita explicacion.