31.1.10

Pichilemu me está Esperando - Jorge Aravena Llanca

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mayita querida.
Gracias Mauro.
Este pedido tiene un sitio en el afecto futuro digno de comentarlo con mucha atención.
Acabo de llegar de un pueblo, lejos de Berlín, con una nieve de 2 metros de alto, pocas veces visto como la naturaleza se manifiesta blanca exuberante.
Ma♫ana diré algo más.
Son la 11 de la noche.
Hasta mañana Mayita.
El berlíns.

Anónimo dijo...

Mayita querida.

Sobre la música: el poeta Heiden, dijo "cuando mueren las palabras empieza la música".
El dicho popular afirma: "otra cosa es con guitarra".
Los poetas más queridos y admirados han sido, desde la antigüedad, los que han cantado.
Otros afirman muy sueltos de cuerpo: "andá a cantarle a tu abuela" y no falta quien responda: "el que canta su mal espanta".
Lo cierto que cantando la vida nos enseña hasta a perdonar, hacer de silencio de los pecados ajenos y una melodía que le encuentran sabor y alivio los que nos odian.
Quiero decir que cantando la vida es otra cosa que amarguras.
El canto es una muestra de civilización, donde esa parte del ser humano, más cercana a los dioses, se manifiesta sin poder evitarla.
El que la ejerce será escuchado hasta por los poetas.
A la guitarra un agradecimiento eterno, sin ella no habría el pan espiritual que necesitan los hombres, para desalojar sus tristezas, cantarle a la alegría, a sus triunfos y la hermandad humana.
Cuando tú Mayita encuentres en la guitarra y el canto esa felicidad que nadie nos puede dar, acuérdate de mí, que he tenido la suerte de que me escucharan poetas, mendigos, borrachos y mujeres hermosas y felices que me han amado y mantienen un hermoso recuerdo de las canciones que las hicieron felices y del hombre que guitarra en mano interpreta la vida de la humanidad.
Mucho, mucho más podría decir.
Me despido hasta la próxima guitarreada.
Un tierno abrazo a tu persona que es guitarra, canto, melodía, puro amor.
El Opi, el Tata, El Abuelo, el Jorge de los Jorges, o el Berlins
de los berlineses.