Como nadie comenta, ni siquiera el esfuerzo de tus padres de tenernos informado de tu crecimiento, de los cambios que experimentas día a día, me atrevo de decir que lo que importa en esos mensajes visuales eres tú. En definitiva, en lo que a mi respecta, miro tu rostro, tus cambios de mirada, donde se va imponiendo una, que es de asombro, cosa digna de estudiarla y tenerla presente siempre para comparaciones posteriores, ante, pareciera, que lo que te hacen, los que te miran cómo te miran, y no comprendes no te complace. Largo sería seguir insistiendo sobre tus cambios, pero yo miro el crecimiento de tus dientes, de la sonrisa cuando la empleas y me complazco y agradezco a tus padres que nos entreguen diariamente el regocijo de tu crecimiento.. Recibe nuestra admiración. El Tata y los berlineses.
1 comentario:
Querida Mayita.
Como nadie comenta, ni siquiera el esfuerzo de tus padres de tenernos informado de tu crecimiento, de los cambios que experimentas día a día, me atrevo de decir que lo que importa en esos mensajes visuales eres tú.
En definitiva, en lo que a mi respecta, miro tu rostro, tus cambios de mirada, donde se va imponiendo una, que es de asombro, cosa digna de estudiarla y tenerla presente siempre para comparaciones posteriores, ante, pareciera, que lo que te hacen, los que te miran cómo te miran, y no comprendes no te complace.
Largo sería seguir insistiendo sobre tus cambios, pero yo miro el crecimiento de tus dientes, de la sonrisa cuando la empleas y me complazco y agradezco a tus padres que nos entreguen diariamente el regocijo de tu crecimiento..
Recibe nuestra admiración.
El Tata y los berlineses.
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