29.8.12

Amor ciclótico y adiós al asiento



Maya fue un amor de bicicleta. La primera vez que vi a mi Chinita (Javiera) andaba en  las dos ruedas.  Con una desafiante furia a la jungla urbanística y su alegría desbordante me activo todas las marchas. Yo me dije… en el bosque de la china, una china en bici se perdió.Como yo andaba perdido nos encontramos los dos.  Fue básicamente amor a primera bici. Sin duda amor ciclótico podíamos decir. Ahora es difícil recordar que fue primero la bici, la ciclista o las  dos pero sin duda toda nuestra vida la a travesó la bici.
De ahí hemos rodado juntos ya casi una década por las cuestas y bajadas de la vida. No ha sido fácil mantener una ruta y jalar más o menos parejo. El camino es sinuoso y a veces parece que no lleva a ningún lado y damos vueltas en círculo.
Fruto del devenir ciclístico de los astros y el profundo amor ciclótico llego la Maya a montar una nueva rueda a esta historia. No fue fácil tampoco ir de a tres. Todavía damos tumbos y retumbos para acomodarnos al placer de ir tres pedaleándole a la vida.
Para prepararnos para estos nuevos pasajeros  compráramos una nueva bici  el asiento.  Pregunte al vendedor hasta cuando se puede usar  ? y nos dijo “más o menos hasta los 5 años o los 20 kilos”.  Ha llegado ese momento. Las últimas veces las rodillas de Maya van apretando la espalda.  
La mayoría de la existencia de Maya ha estado ligada al asiento de la bicicleta, su primer  día de kínder, pasear, dormirse al volver del kínder. Sobre esta  fue montada toda  nuestra  cotidianidad y  llego el momento de heredar el asiento a otra familia y que les de tanto lindo momentos.
No se como recuerde Maya su vida sobre dos ruedas,  con su Pa y Ma llevándola al trabajo, al helado, a la escuela, correr o hacer día de campo o la marcha, yo los guardare con mucha ternura, sobre todo recordare  las cosquillitas en la espalda y la sensación de libertad  del viento en nuestra cara.
Seguramente por nostalgia  he dejado  el asiento más del tiempo recomendando  con la añoranza que  vuelva a ser bebe.!!
Voy  sumando otras lecciones como Papá pues el asiento simbolizó una especie de cordón umbilical que nos dio ese sentimiento de estar conectados en esto primeros años.  Además de la  nostalgia  siento satisfacción por pasar a la siguiente página  de nuestra vida. Otros vínculos están creciendo entre nosotros  y alimentan ese cordón que uno va construyendo como Padre.
 Maya ha tenido dos bici personales y ahora tocara ir de a tres cada uno en su bici pero con ese cordón que nos mantiene unidos a la trama de la vida. Seguiremos alimentando cicloticamente esta familia!!!!



8.8.12

La casa sin mujeres



Los peces también se dieron cuenta de su ausencia. Las “niñas de mis ojos” esta en su otra mitad del mundo. El calor de estos días y las tardes de lluvia hacen su nostalgia. Hace falta la olimpiada de reclamo todas las mañanas. La maratón de las tarde. Mi maya es campeona en el reclamo. El gusta y le rinde desde temprano cuestionar.  Es su tarea. A quien habrá salido ?cuanto dejo de aprender  de su “haber” por concertarme en el “deber”.
Hacen falta los gritos del día y el silencio cargado de la noche. Ver este personaje correr para desarmar y armar mundos propios. No tengo mi mejor publico para mis ocurrencias!
Las quiero y extraño