Maya fue un amor de bicicleta. La primera vez que vi a mi Chinita (Javiera)
andaba en las dos ruedas. Con una desafiante furia a la jungla
urbanística y su alegría desbordante me activo todas las marchas. Yo me dije…
en el bosque de la china, una china en bici se perdió.Como yo andaba perdido
nos encontramos los dos. Fue básicamente
amor a primera bici. Sin duda amor ciclótico podíamos decir. Ahora es difícil
recordar que fue primero la bici, la ciclista o las dos pero sin duda toda
nuestra vida la a travesó la bici.
De ahí hemos rodado juntos ya casi una década por las cuestas
y bajadas de la vida. No ha sido fácil mantener una ruta y jalar más o menos parejo.
El camino es sinuoso y a veces parece que no lleva a ningún lado y damos
vueltas en círculo.
Fruto del devenir ciclístico de los astros y el profundo
amor ciclótico llego la Maya a montar una nueva rueda a esta historia. No fue
fácil tampoco ir de a tres. Todavía damos tumbos y retumbos para acomodarnos al
placer de ir tres pedaleándole a la vida.
Para prepararnos para estos nuevos pasajeros compráramos una nueva bici el asiento. Pregunte al vendedor hasta cuando se puede
usar ? y nos dijo “más o menos hasta los 5
años o los 20 kilos”. Ha llegado ese
momento. Las últimas veces las rodillas de Maya van apretando la espalda.
La mayoría de la existencia de Maya ha estado ligada al asiento
de la bicicleta, su primer día de kínder,
pasear, dormirse al volver del kínder. Sobre esta fue montada toda nuestra cotidianidad y llego el momento de heredar el asiento a otra
familia y que les de tanto lindo momentos.
No se como recuerde Maya su vida sobre dos ruedas, con su Pa y Ma llevándola al trabajo, al
helado, a la escuela, correr o hacer día de campo o la marcha, yo los guardare
con mucha ternura, sobre todo recordare las cosquillitas en la espalda y la sensación
de libertad del viento en nuestra cara.
Seguramente por nostalgia
he dejado el asiento más del
tiempo recomendando con la añoranza que vuelva a ser bebe.!!
Voy sumando otras
lecciones como Papá pues el asiento simbolizó una especie de cordón umbilical
que nos dio ese sentimiento de estar conectados en esto primeros años. Además de la nostalgia
siento satisfacción por pasar a la siguiente página de nuestra vida. Otros vínculos están
creciendo entre nosotros y alimentan ese
cordón que uno va construyendo como Padre.
Maya ha tenido dos bici personales y ahora tocara ir de a tres cada uno en su bici pero con ese cordón que nos mantiene unidos a la trama de la vida. Seguiremos alimentando cicloticamente esta familia!!!!
Maya ha tenido dos bici personales y ahora tocara ir de a tres cada uno en su bici pero con ese cordón que nos mantiene unidos a la trama de la vida. Seguiremos alimentando cicloticamente esta familia!!!!